domingo, 30 de marzo de 2008

Un bosque de cristales



Se abrió de pronto esa puerta a otra realidad y me sentí de nuevo en casa. Los árboles me saludaban con hojas de estalactitas talladas desde un corazón de esmeralda que palpitaba a través de esos capullos transparentes. El agua se colaba a través de esas ramitas hechas de perlas y facetas diamantadas y florecía en miles de cristales.
Los rayos del sol rebotaban de un gigante a otro y hacían de ese bosque la casa de los mil espejos, donde yo me veía sin rostro, sin cuerpo, sin mí. Yo era yo. Era todo lo que había y era todo lo que era. Yo estaba.
El bosque me nació desde adentro y se arraigó en aquel rincón muy mío de la tierra. Translúcido, etéreo... como una pared de aire entre tu mundo y el mío. Un viento circular soplado por las alas de las mariposas y otras alas que suelen asomarse por ahí daba vueltas entre las hojas y me devolvía una brisa pura, con aire de sal y gusto a néctar que me abría los pulmones hasta dejarlos fuera de mí.
Era como estar parada en un fondo del mar que se había escapado de sus pies de arena y había cristalizado el agua en forma de troncos, pinos, piñas... Era nieve iridiscente en pleno verano, cuentas de luz en plena noche, estrellas pulsantes al alcance de mi mano.
Y estaba allí para mí, para cada vez que me atreviera a pisarlo. Puedo soñarlo, puedo pintarlo, puedo añorarlo... decido vivirlo. En algún resquicio caprichoso de mi andar, me vuelvo a econtrar con el bosque de cristales y entonces me acuerdo de quién soy. Me pierdo en el bosque y, mientras allí pasan los días y los años con la lentitud efímera de la eternidad, vuelvo a este mismo instante en el que compartimos este suelo, como si nunca me hubiera ido. O quizás sí, porque vuelvo con otro brillo en la mirada y hay quien me mira sin palabras y sabe también cómo buscarme en aquel bosque.

Hoy: Esperanza


(Thanks to Margie's Cards!)


La esperanza es simplemente una expectativa hasta que podés poner esa emoción en movimiento mediante un deseo intenso. No la dejes escaparse. Confiá en tus sentimientos y esperá resultados positivos. Hay una fuerte necesidad de anticipar que las cosas se van a dar como querés. Tené confianza en que vas a encontrar un puerto seguro en medio de la tormenta. A menudo, este mensaje llega cuando tu confianza necesita un empujoncito. Las situaciones pueden cambiar de un momento a otro. No dudes en que ESTO TAMBIÉN PASARÁ. Quizás necesitás mirar con más atención y descubrir dónde ponés resistencia. La esperanza puede sugerir cierta duda. Que este mensaje alimente tu sentido de resolución y te dé confianza para saber que lo que vaya a suceder será lo correcto. La esperanza indica una posibilidad. Convertíla en probabilidad y llevála hasta el máximo de su potencial. Hacé, saltá, corré, no la dejes escapar. La esperanza no es nada sin la acción que la puede convertir en realidad.